Resulta más que probable que, con el permiso de cierto fontanero barrigón, el elfo Link sea el personaje de Nintendo que más pasiones levanta entre los aficionados de la saga, bien sea porque sus aventuras más allá de los spin-off se suceden a un ritmo más pausado que la mayoría de las franquicias de éxito, bien porque cada una es una joya única de sobresaliente calidad. Recuérdese el E3 del pasado 2009: todo el mundo suspirando por ver el auténtico Zelda de Wii (ya que Twilight Princess vino a ser un port de su original en la ya difunta GameCube), y la Gran N tan sólo mostró un boceto que a efectos prácticos no servía de nada, pero que llenó de esperanza los corazones de todos los fans que ansiaban por recorrer una vez más los paisajes de la mítica Hyrule a lomos de Epona. Por fin, la leyenda se muestra en todo su esplendor durante la edición de este año, y no hemos sido capaces de resistir la tentación de esperar una larga cola para contaros nuestras impresiones con el juego.
DEL PEOR DE LOS COMIENZOS…
… a la desbordante alegría y satisfacción. Nintendo inició el pasado Lunes su conferencia presentando The Legend of Zelda: The Skyward Sword y, lo que debería haber sido un golpe de efecto demoledor, acabó resultando un auténtico bochorno para el gurú de los videojuegos Shigeru Miyamoto, ya que por interferencias en la señal, una presumible demostración del poder del Wii motion Plus aplicado a Link, se convirtió en una decepción mayúscula al comprobar los asistentes cómo Miya no daba una, y sus movimientos con el mando no se correspondían en absoluto con su representación en la pantalla. Sin duda la cara del productor era un poema, y los susurros recorrían todo el anfiteatro entre la incredulidad y la desesperación. Este desatino sacudió la red de redes con los foros de videojuegos echando humo y nadie daba crédito a lo visto, por lo que nos vimos en la sana obligación de acceder a la demo preparada para los asistentes a la feria, para comprobar de primera mano qué suponía realmente Skyward Sword a nivel jugable.
Como sin duda habréis adivinado, todo el shock inicial producido por problemas técnicos durante la presentación, se esfumó de un plumazo tan pronto tuvimos el Wiimote con WM+ en la mano diestra, y el Nunchuck en la siniestra para llevar a Link por los bosques de Hyrule: lejos quedan ya las desagradables sensaciones y el intríngulis que nos recorrían el estómago, porque el control de Link es fantástico y responde a la perfección. Como todavía no salíamos de nuestro asombro y había que garantizar que la impresión no fuese alterada fruto de la expectación que se vivía en el L.A. Convention Center, comenzamos a mover suavemente el mando describiendo círculos y eses, para comprobar como el elfo de traje verde y calzas marrones emulaba nuestro movimiento con la espada de forma idéntica. A continuación unos cortes secos y, cómo no, respuesta inmediata con el mismo ángulo y fuerza aplicadas; una vez que nos vimos más capaces, decidimos avanzar para encontrarnos con las plantas carnívoras que fueron vistas durante la presentación, y pronto descubrimos el secreto para acabar con ellas: según tuvieran la cabeza girada deberíamos asestar el golpe en el mismo sentido; de igual manera ocurrió con los esbirros de Ganondorf, que portaban sus enormes armas en diferentes poses con las que mantenían la guardia.
Una vez limpia la zona de enemigos, optamos por abrir el menú de ítems para probar los nuevos usos de los objetos ya conocidos, así como de los nuevos introducidos para la ocasión: un escarabajo alado hace las veces de explorador, oscilando el mando podremos guiarlo durante un breve periodo de tiempo y resultará ideal para conocer los peligros que aguardan a nuestro héroe o encontrar secretos. Le toca el turno al arco y al tirachinas; tal y como Nintendo dio a conocer en forma de aperitivo con Wiisports Resort, no haremos uso del puntero en absoluto, sino que adoptaremos la misma pose como si en realidad manejásemos estos objetos y podremos apuntar con una precisión muy natural e intuitiva. El látigo que viéramos en SpiritTracks para DS tiene un uso francamente natural en Skyward Sword, por lo que chiscaremos el Wiimote tanto para atacar a nuestros enemigos, como para interactuar con palancas o recoger objetos que a priori parecen inaccesibles. Por último, la experiencia adquirida con los juegos de bolos en las diferentes entregas de Wiisports, sirve para que Link pueda lanzar las bombas rodando con mucha soltura y precisión.
HYRULE SE LLENA DE COLOR Y VIDA
Diferentes voces se han alzado durante los últimos años a favor y en contra de los estilos gráficos mostrados entre WindWaker y TwilightPrincess, principalmente por el enorme contraste a nivel artístico gracias al desenfadado aspecto cartoon del primero, con el toque mucho más realista y sombrío del segundo. Para poner fin de una vez por todas a tales disputas, el nuevo Zelda combina lo mejor de ambas corrientes para dar lugar a un entorno de singular belleza plástica: la técnica Cel-Shading se encuentra presente en el juego, todo Hyrule junto a sus personajes y el propio Link parecen pintados con acuarela bajo un excepcional uso de la paleta de colores, mientras que los diseños mantienen similitudes con el Zelda del crepúsculo para continuar con la tónica más adulta y realista de este último. Sin olvidar que el juego corre en el limitado hardware de Wii, el caso es que luce estupendamente bien, con mención especial al convincente sombreado que afecta a todos los elementos y personajes del escenario y, por si esto fuera poco, los jerifaltes de Nintendo que estaban deseosos de conocer nuestras impresiones, nos indicaron que el margen de mejora a nivel técnico y artístico todavía es amplio de cara a la versión final del título, por lo que podemos confiar en que el juego luzca todavía mejor de lo que ya se aprecia de cara a su lanzamiento.
Tuvimos que prestar muchísima atención a la música que acompañaba a la aventura, ya que el barullo generalizado de la feria no resultaba una ventaja precisamente, pero no por ello evitamos escuchar deliciosas melodías en las que no podían faltar los acordes clásicos de toda la saga. En resumen, uno de los títulos presentados por Nintendo que más ha colmado nuestras expectativas, máxime si contamos con la decepción inicial por los problemas técnicos durante la presentación. Novedosas animaciones junto a otras rescatadas de Twilight Princess convenientemente adaptadas al uso del combo Wiimote con WM+, dan como resultado al cénit jugable de la saga, si le añadimos las nuevas habilidades junto a un preciosista diseño, un sinfín de posibilidades para el diseño de mazmorras y la más que relevante inclusión en esta saga del salto manual, tenemos sin duda un juegazo en ciernes.
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